En este blog nos gusta hacer un resumen del fin de semana de la actividad competitiva o de entrenamiento de nuestras nécoras, sin embargo este fin de semana merece crónica aparte el Campeonato Gallego Máster de pista cubierta, celebrado en la pista de Expourense.
3 nécoras, 3, estuvieron pisando el tartán de esta pista.
Patricia estaba apuntada a dos de las pruebas más míticas de la pista cubierta, el 400 y el 200.
Por la mañana hizo un espectacular 400, mejorando la marca que tenía al aire libre y quedando en un gran quinto puesto (1:21.89)
Dicen los que estuvieron allí que estaba tan nerviosa que incluso algún juez de la competición tuvo que decirle que se tranquilizase.
Ya por la tarde se enfrentó a la vuelta al anillo, en unos 200 metros memorables. Paró el crono en 34.85, entrando en meta en cuarto lugar. Pensando que había conseguido la agridulce medalla “de chocolate” se fue, sin darse cuenta de que una de las atletas que entró antes que ella era extranjera, por lo que ella había conseguido el bronce.
Qué suerte que estuviera por allí el compañero Ferre y recogiera en su lugar la medalla (y le hiciera una foto después Para inmortalizar el momento).
Enhorabuena, Patricia, a seguir así
Por su parte, Ferre fue a demostrar su valía y lo que sirven los entrenamientos a las exigentes pruebas de 800 y 3000.
En el 800, desde el primer momento decidió imponer su autoridad, y fue comandando la prueba hasta los 400, donde a falta de 2 vueltas sufrió el ataque de uno de sus perseguidores que le adelantó. A falta de 300 metros hubo otro competidor que consiguió superarle, y un tercero con el que supo mantener muy bien su posición en la calle, haciéndole correr por el exterior de ésta y obligándole a hacer más metros y desistir de su intento de bajarle del podio.
Y así cruzó la meta a muy poca distancia de sus contrincantes, con un tiempo de 2:12.91 y una medalla de bronce que le abrió el apetito.
Y no sólo el apetito que sació en el buffet de Expourense (del cuál nos fue mandando fotos de los platos que iba consumiendo), sino el hambre de victoria que alimenta a los campeones.

La comida de los campeones
Y así se presentó a la salida del 3000, y desde que se oyó el disparo de salida, decidió demostrar quién mandaba en el tartán, situándose en primera posición, imprimiendo el ritmo demoledor que a él le gusta, y disfrutando de esas 15 vueltas durante 9:42, consiguiendo una enorme medalla de oro que le acredita como campeón gallego M45
Nuestro compañero Antonio Barroso corrió el 60 y el 200, haciendo 8.95 en la distancia corta y 29.78 en el 200, consiguiendo en esta última prueba un enorme cuarto puesto.