MIUT 115K 7200 D+
27 ABRIL 2019
por Quini
https://www.miutmadeira.com/es/
No se me da muy bien esto de contar historias pero bueno la ocasión lo merece.
Todo empezó en el verano del año pasado cuando sobre mi cabeza rondaba la idea de en el 2019 participar en una de esas pruebas épicas donde van los “PROs” y vivir en primera persona ese ambiente que tanto había visto en videos.
La primera opción siempre había sido la Transvulcania, a la familia le gustaba la idea, nunca habíamos estado en la Palma y en principio parecía bastante asumible y con un ambientazo de lo mejor. Finalmente fue descartada porque llegar a la Palma es toda una odisea desde Vigo, muchas horas de viaje para ir con la niña.
Siguiente opción fue la Tenerife Blue Trail, subir y bajar al techo de España sonaba muy bien. Ya habíamos estado en Tenerife pero para ir con la niña estaba bien, aparte que también iba un buen número de Nécoras, y en una carrera así se agradece la compañía. Tras darle vueltas la descartamos por las fechas, cogemos vacaciones en Julio y coger días también en Junio no nos venía nada bien.
Finalmente viendo el calendario de carreras apareció la MIUT, aunque ya habíamos estado en Madeira y nos gusta conocer sitios nuevos, por fechas nos cuadraba bien y es una isla a la que se llega muy fácil vía O Porto.
Decidido, nos vamos a Madeira!!!, distancia Ultra 85k con 4700 D+, nunca había llegado a esa distancia pero sí a ese desnivel en el GTPE, en principio era asumible….a empezar a entrenar!!!.Llega el día de las inscripciones, había que estar el loro por que ya me habían dicho que volaban, abren inscripciones mientras estaba en el trabajo y nada mas llegar a casa me voy directo al ordenador… google….MIUT…..Ultra 85k…… !!!!INSCRIPCIONES AGOTADAS!!!!!! En dos horas habían volado los 500 dorsales!!!!!….. le pego un grito a Ana que estaba en la cocina: “YA NO HAY DORSALES!!!!!! Y AHORA QUE HACEMOS????” “vete al marathon” me dice, ir hasta Madeira para correr un maratón que es casi todo en bajada, NO. Dándole vueltas veo que aún quedan dorsales para MIUT así que le digo: “me anoto a las de 115K con seguro de cancelación y también como reserva a la de 85K y si queda algún dorsal libre cancelamos la inscripción de 115K y vamos al 85K”. Internamente ya sabía que al final no cancelaría. A la semana me envían un correo para avisarme de que tenía un dorsal para el 85K, me lo pienso durante 30 segundos y le se lo comento a Ana “vamos a por la MIUT de verdad”. La idea de hacer o intentar hacer algo así era muy atractiva 115K y 7200 D+, ya me adentraba en lo desconocido y a Ana no le hacía mucha gracia, mas con lo cabezón que soy, cuando me pongo un objetivo voy a por todas.
Pues nada tocaba entrenar sin saber bien como, lees algo de aquí, algo de allá y te imprimes planes de entrenamiento que al final acaban en la basura, así que a mi manera, a mi aire fui creándome unas rutinas pero siempre disfrutando y también a veces sufriendo, claro está. Con el paso del tiempo en las carreras en las que participaba notaba una mejoría notable en mi rendimiento, parecía que íbamos por buen camino.
Todo iba rodado hasta que cuando faltaban algo menos de 20 días un esguince bastante feo, de grado 3 según el ecógrafo (yo lo dudo), en el Ultra Geira Romana me dejo fuera de combate, llamo a Ana mientras estaba esperando a que me sacaran del monte y sólo tenía ganas de llorar….. “no puede ser, después de tanto trabajo….” Estaba bastante hundido. Llamo de inmediato al seguro y para el hospital.
Estoy una semana en casa de baja con hielo, antiinflamatorios…. volviéndome loco buscando información en Google “como curar un esguince rápido” “cuanto tarda en curar un esguince?”
Pido el alta para volver al trabajo y para poder volver a entrenar, al ansia por llegar bien a la carrera podía conmigo.
Que razón tenía Ivan (Capi) cuando me decía: “ahora tu eres tu peor enemigo”. En cuanto tuve la oportunidad salí a correr y la lié bien, el tobillo se iba recuperando bien hasta ese día, otra vez el tobillo super inflamado y sólo con pisar ya me dolía, cada vez veía mas lejos la MIUT.
Me propuse no correr hasta un día antes de la carrera, era arriesgado pero tenía que ser así para llegar lo mejor posible.
Durante este tiempo, fisio, ejercicios de fortalecimiento, flexibilidad, propiocepción, bici, hielo, alimentación…. como un robot, por la mañana, al mediodía y por la noche, estaba haciendo todo lo que estaba en mi mano para llegar lo mejor posible.
Un día antes de salir hacia Madeira tenía cita con el doctor y con el fisio, el doctor sólo le faltó decirme que me tenían que amputar el pié, …esto está curando mal, lo tienes aún muy inflamado, se esta quedando rígido… me dejó bastante tocado mentalmente. A la tarde tenía con el fisio y todo fue diferente, me dijo todo lo contrario, aunque aún estaba inflamado tenía buena estabilidad y fuerza en el tobillo, era justo lo que necesitaba oír. Ese día aún cojeaba, yo me mentalizaba y me esforzaba por no hacerlo, me decía a mí mismo “todo está bien, es un vicio, es todo de cabeza”.
Llegó el día de marchar a Madeira, tempranito a las 5am en pié, ese día deje de cojear, los nervios, las prisas y una caída muy fea que tuvo Ana con Daniela en el aeropuerto mientras la llevaba en el colo y en la que se golpeo muy fuerte la cabeza hicieron que me olvidara de todo, que reseteara y empecé a caminar bien.
A todo esto Ana llevaba varios días con dolor de garganta y con fiebre aunque parecía que ya le iba remitiendo, esto no tendría mas importancia si no fuera porque ya en el avión empece a notar algo en la garganta.
Ya en Madeira tuvimos dos días de turismo antes de la salida, el primer día fuimos a caminar por una pequeña ruta en Punta de San Lorenzoy me lance a trotar un poco por terreno irregular, muy muy inseguro, tenia que cambiar el chip, estaba todo en mi cabeza pero ya no había más tiempo, faltaba un día para la salida. La garganta me dolía un poco más.
Al día siguiente me desperté hecho una mierda, me dolía todo el cuerpo, incluso al beber el dolor era insoportable. Fuimos a hacer un poco de turismo por Funchal pero mi cabeza estaba en otro sitio, “no puede ser lo que me está pasando”, “que voy a hacer”, sólo faltaban 12 horas para la salida. Ana me decía que no podía correr en esas condiciones, me preguntaba “que vas a hacer?”, “que quieres hacer?”, “ya volveremos otro año”, yo no contestaba nada, no quería hablar del tema.
Volvemos al apartamento para comer, en mi mente sólo tenía en la cabeza comer lo que malamente pudiera y meterme en cama hasta que hubiera que salir hacia los autobuses.
Estoy en cama 4 horas con fiebre y escalofríos, apenas duermo nada, llevaba varios días descansando mucho menos de lo normal.
Cuando suena la alarma me levanto igual de mal que hace 4 horas, me siento en la cama, Ana me escucha y se sienta a mi lado, yo me pongo a llorar de la desesperación y de la impotencia. Me repite que no pasa nada, que para el año volvemos…. Parecía que todo eran señales para que no estuviera en la linea de salida.
Cogí el teléfono y escribí en el wasap del equipo para decirles como estaba, internamente buscaba algún consejo, o mas bien que alguien me dijera algo sensato como “lo primero es la salud” “no merece la pena arriesgarse” “hay mas carreras”….. las respuestas no tardaron y fueron totalmente opuestas a lo que yo inconscientemente quería escuchar: “animo tu puedes” “de perdidos al río” “unos ibuprofenos y listo”….etc.
Pues eso hice, me levante y le dije a Ana “vamos”, ella me repetía que podíamos volver para el año, y yo le decía “ya, ya lo sé pero vamos”. Lógicamente Ana tenía miedo de que me pasara algo, mi estado no era el más indicado para afrontar una prueba de estas características, había dejado de entrenar completamente, el tobillo estaba como estaba y ahora enfermo.
No estaba en absoluto nervioso, estaba como que todo me daba igual, no sabía si el tobillo iba a aguantar la primera bajada o si la fiebre me iba a dejar fuera de combate en la primera subida. Así con este panorama nos equipamos y vamos hacia los autobuses, Ana me repetía “si estás mal retírate, ya volveremos” yo le decía “yaaaaa, no te preocupes”.
Me despido de Daniela y Ana y me subo al autobus, son las 21.30. Por la ventana veo a Daniela, “papi, papi….” Después Ana me diría que estuvo llorando hasta llegar al apartamento, que no quería que me fuera (otra señal para que no tomara la salida?)
Mientras íbamos hacia Porto Moniz se me pasaron muchas cosas por la cabeza…. Y si el autobús va a tener un accidente y todo eran señales para que no me montara en él?? Jejeje cosas de la fiebre.
Tardamos algo mas de 1 hora en llegar a Porto Moniz, al bajar del bus hacía una viento infernal, rápido me puse la chaqueta y me resguardé junto con otros corredores.
Faltaba hora y media para la salida, miraba a un lado y a otro buscando alguna cara conocida o algún español pero no había nadie con quién poder cruzar unas palabras, más de 1000 corredores de 48 nacionalidades diferentes contaba la organización. Me tomo un plátano, algo de agua y un Ibuprofeno.
Pasan los minutos y llega el momento, faltaban 30 minutos para la salida, nos piden que pasemos el control de salida, ya estoy dentro, el ambiente es espectacular, miles de personas, corredores y gente animando alrededor, esto es lo que venía buscando. Después de todo estoy en la salida de la mismísima MIUT!! Aunque soy consciente de que terminarla va a ser casi imposible, me propongo disfrutar hasta donde el cuerpo aguante.
Ahora si, es el momento, comienza la cuenta atrás… cinq, four, tres, dous, un…..
Pasan unos segundos hasta que la masa de corredores se mueve y podemos empezar a correr. La salida es en llano al lado del mar y por asfalto, eso hace que me moleste el tobillo y empiezo cojeando un poco, me concentro en correr con naturalidad.
No pasan ni 500m cuando giramos una calle y nos topamos con una rampa imponente, la estampa era impresionante, la gente gritaba y aplaudía, cientos y cientos de corredores subiendo iluminando el camino con las luces traseras. Durante la subida ya empecé a correr correctamente y no volvería a cojear.
Primer objetivo, a priori el más complicado por el tiempo de corte, no podía dormirme en los laureles, 14.5km con 1495 D+, con un km vertical entre medias y un tiempo de corte de 3h15’. El primer repecho son 400m de subida en 3km, no esta mal para entrar en calor, tengo buenas sensaciones. Después llega la primera bajada y el primer atasco, bajamos casi todo el sendero caminando, era muy empinado y se vé que la gente no quería arriesgar, a mi me vino muy bien para no empezar a darle caña al tobillo tan pronto.
Al terminar la bajada entramos en un pueblo abarrotado de gente gritando, se amontonaban detrás de las vallas para verte pasar, animar y chocarte la mano, estaba en la gloria, lo que tanto había visto en la tele lo estaba viviendo en primera persona. Desde ese mismo pueblo podía verse como el resto de corredores iluminaban con su frontal el sendero en zig zag por el que habíamos bajado unos minutos antes, una imagen preciosa.
Después del subidón venia algo serio, un km vertical hasta el primer avituallamiento. Nos ponemos a ello, siguiendo a los corredores que llevaba delante vamos subiendo a un ritmo bastante cómodo y el tiempo empeora conforme vamos ganando altura, frío, mucho aire y una niebla muy cerrada que junto con la luz del frontal creaba un efecto que apenas te permitía ver unos 3 metros por delante.
Llegamos al primer avituallamiento con 30 min sobre el tiempo de corte y me encontraba bastante bien, estaba disfrutando de la carrera, le mando un wasap a Ana para contarle como me encuentro “todo ok, me duele la garganta pero me encuentro bien, fuerte y con ganas, y el tobillo va bien”.
Me tomo mi tiempo en el avituallamiento y salimos hacia el siguiente, Chao da Ribeira, 7.2km de los cuales 5km son en bajada, sobre el papel en casa pintaba bien, pero nada mas lejos de la realidad, sólo había prestado atención a los desniveles positivos, entonces te das cuenta que bajar mas de 800m en 5km te puede llevar tanto como subirlos y más si bajas por “escaleras” (troncos resbaladizos mal colocados en muchos casos).
El 90% de las bajadas y el 70% de las subidas serían por escaleras en la MIUT.
Pues bien, lección aprendida, hay que tener en cuenta los desniveles positivos y también negativos.
Llegamos al segundo avituallamiento, descansamos, y con calma salimos hacia Estanquinhos 10.8K con 1350 D+ con otro km vertical vitaminado.
A partir de este punto me empecé a creer que realmente podía terminar la carrera, era el 2º km vertical y me encontraba fresco y muy fuerte, había encontrado mi propio ritmo y no paraba de adelantar a corredores. Llegando a la cima a Estanquinhos empieza a salir el sol sobre el mar de nubes lo que me dio todavía mas motivación y un subidón de energía, la imagen era impresionante.
Ya en el tercer avituallamiento me lo tomo con calma, gran parte de la gente que pasé subiendo apenas ni para, yo, wasapeo con Ana y le digo básicamente que estoy como una moto, contento y motivado a tope y muy fuerte, que no paro de adelantar a gente que se ha recorrido medio mundo para estar en la MIUT.
Con el subidón de la salida del Sol me pongo el mp3 y a bajar hasta el siguiente punto, Rosario, 8,3Km con algo mas de 1000m negativos, ahora mi objetivo era llegar hasta la base de vida que estaba dos avituallamientos mas adelante a unos 22kms, donde me esperaba Ana y Daniela. Por medio se encontraba el avituallamiento de Encumeada en el km47 donde me pare un buen rato ya que había comida de la buena y el cuerpo ya empezaba a rechazar algunas barritas. Arroz con carne, un caldo, algo de dulce… rellenando los depósitos. Me llamó la atención una zona habilitada con colchones para echarse una cabezadita.
Después de comer nos ponemos la música y salimos hacia Curral das Freiras a 14km, como todo el recorrido, una zona espectacular, con sus montañas imponentes, vegetación tropical, cascadas… y todo acompañado de un día espectacular.
Llegamos a Curral das Freiras, llevaba ya en las piernas 61 kms con 4475 D+ otros tantos de bajar escaleras y 14 horas en carrera. Ana y Daniela me estaban esperando, unos mimos nunca vienen mal después de tantas horas sólo en la montaña. Ana se asombra de la buena cara que traigo, yo le digo que me encuentro muy bien, que lo estoy disfrutando. Cojo la bolsa de cambio y mientras hablamos un poco voy cargando la mochila, pilas, geles, barritas, sales, etc… También me lavo los dientes, me aseo un poco y me pongo ropa limpia para resetear un poco el cuerpo y la cabeza, muchos corredores incluso se duchaba y echaba una cabezadita. Yo Llevaba también calcetines y zapatillas de cambio pero los pies preferí no tocarlos, si algo está funcionando bien mejor dejarlo como está.
Todo listo, me despido de la familia y salimos, pero antes control de material, me revisan movil, chaqueta y softflash. Para este tramo había metido en la mochila un soft a mayores de 500ml porque sabía que posiblemente un litro de agua iría muy justo.
El tramo que venía ahora a priori era el más complicado de la carrera, 10.5km con 1320 D+ bajo un Sol abrasador. Antes de salir hacia Madeira mientras planificaba la carrera veía que si terminaba en buenas condiciones este sector la carrera estaba hecha (error!!!!).
Bueno empezamos la subida con otro km vertical vitaminado de por medio, subida dura y con el sol que hacía más aunque yo mantenía mi ritmo mientras iba recogiendo cadáveres, a una hora aproximadamente de llegar me quedaba un softflash completo y un poco de otro, un portugués me pide agua, sólo llevaba isotónico y necesitaba refrescarse la boca, como soy bueno le doy agua pero controlando cuantos mililitros me consumía, jeje.
4 horas clavadas me llevaría llegar de Curral das Freiras a Pico Ruivo este seria uno de los sectores en los que más corredores adelantaría, 64. En el avituallamiento mientras reponía el agua y comía algo pensaba “Bien!!!, lo conseguimos!!!, llegamos enteros a Pico Ruivo, ya está todo hecho” que ingenuo
Siguiente objetivo, Chao da Lagoa, gran parte de este sector transcurría por la ruta que une Pico Ruivo con Pico Areeiro, un sendero espectacular que ya había recorrido con Ana hace unos 5 años. El camino, estrecho, está excavado en la roca en su mayor parte, pasando por varios túneles y tramos muy expuestos, aunque protegidos, el sendero está plagado de escaleras sobre todo en su parte final llegando a Pico Areeiro donde se asciende por la famosa cresta donde todo el mundo se saca la típica foto. En este tramo se veía como muchos iban ya cascadillos, no corrían ni en llano y muchos ni te dejaban pasar.
Legamos a Chao da Lagoa a las 20:49, ahora si que no quedaba nada, “sólo” 34,8km con 710 D+, que ingenuo, Madeira aún tenía reservadas un par de sorpresas.
Salimos hacia el siguiente avituallamiento dispuestos a afrontar la segunda noche, el perfil decía 9,5km con 570 D+ y 660 D-. La primera sorpresa vino en forma de bajada infernal, 600m de desnivel en poco mas de 3km por un sendero hecho a base de troncos, piedras y barro, y de noche. La siguiente sorpresa, los 570m positivos del sector estaban concentrados en una sola subida de unos 3kms, en su mayor parte por “amagos de escaleras”.
Ya cerca del avituallamiento la cabeza se me iba un poco, empezaba a irme para los lados, me estaba quedando sin combustible, no me entraban barritas y quería guardar los geles que me quedaban para el final, sabía que estaba cerca del avituallamiento pero preferí no arriesgar y me tome uno de los dos geles que me quedaban y al poco rato llegamos al avituallamiento.
Ahora si, estaba casi hecho, quedaban unos 20km sin mucha complicación, repuse fuerzas y salí con ganas de darle zapatilla cuando se pudiera, ya no quedaba nada que subir y en principio nada muy complicado de bajar, sólo escaleras y llanear.
Llegamos a Portela y salimos hacia el último avituallamiento, Larano, pasamos por un camino excavado en la roca de un acantilado que habían iluminado para nosotros, una imagen muy bonita. Ya se escuchaba el mar. Tenía ansias por llegar, quería correr pero el resto de corredores no estaba por la labor, se formaban pequeños grupos que adelantaba como podía pero al momento otra grupeta me cerraba el paso, los últimos kilometros transcurrían por caminos muy estrechos y por levadas muy expuestas sin protección. Llegó un momento en el que me estaba quedando como dormido siguiendo el caminar del corredor que iba delante mía, en cuanto tuve la ocasión los adelante y durante unos 5kms pude correr hasta llegar a meta.
Las lagrimas ya querían salir, no me lo podía creer, finisher del Madeira Island Ultra Trail, después de todo lo que había pasado lo había conseguido, y todo conseguido por mi mismo, con mis rutinas, mis entrenos, mis madrugones, mis cuestas en la Guía, mis domingos por el Gallerio…. Y lo más importante es que lo disfruté y lo pasé como un niño de principio a fin.
Posición: 534º
Tiempo: 29:53:06
Como dato curioso mi alimentación durante la carrera consistió en:
-Dos platos de arroz con carne picada
-Tres tazas de caldo con pollo
-Bizcocho
-Patatillas
-Pan con jamón, tomate y queso
-Cacahuetes
-Platano
-Naranja
-agua, unos 10l. calculo
-agua con gas
-pepsi-cola
-27 pastillas de sales, dos de ellas con cafeína
-7 geles, dos de ellos con cafeína
-10 barritas