Por Pancho
El maratón es la carrera de las emociones. Da igual si es la primera o si llevas muchas. Es mucho tiempo corriendo y pensando y a menudo sufriendo jajaja. Pero este maratón ha sido muy especial ¡Un maratón en casa!¡Maratón Vig Bay! Algo muy grande para alguien que es del C.A.R. Marisqueiro. No en vano a las 24 horas de abrirse las inscripciones ya estábamos anotados 28!!!! Hoy hubo plaga de nécoras: 49, de ellas 34 en la distancia de Filípides.
Sabíamos que hoy era un día muy grande, lleno de amig@s en la línea de salida y otros animando en el recorrido.
Tras la CARMA foto escasos 500 m de calentamiento y a la línea de salida.
Todo un reto con el perfil estos 42,195 Km y con el tiempo que hizo los días antes parecía que iba a ser un infierno pero tuvimos suerte y la temperatura estupenda, solo 4 gotas mal contadas y el viento solo en zonas puntuales.
Venía de un año 2018 “horribilis” del que solo se puede salvar en que asistiera a tres eventos increíbles y donde hubo que parar en seco para coger impulso. Por eso cuando empezamos la preparación pensamos en 3 horas 5’ y en el último mes, después de hacer la primera parte de la prueba el míster, quedó impresionado y dijo “3 horas 06’ estaría muy bien porque va a ser durísima”. Por una vez fui “conservador” y me ceñí al guión preestablecido. Objetivo pasar la media en 1h 33’.
Salí con las nécoras Miguel Ángel Fernández, José Avendaño, Maikel Patino, Víctor Rivas y Jorge González y el amigo Fran Lago. Cuando en el Km 7 vi que la cosa se aceleraba los dejé marchar y quedamos un trío con Maikel. Siguiendo con el plan: subiendo cómodo y bajando sin volverme loco. Cuando Jorge aceleró tampoco me inmuté. Pasamos la media en 1h 33’34’’. Me habían superado 20 corredores desde la alfombrilla del Km 2,6 pero el cuento no es cómo empieza si no como acaba.

Subidón en la Avenida de Europa
La carrera comienza con el subidón que dan los ánimos de corredores de la media en la abarrotada rontonda de la Avenida de Europa. Me digo “ha llegado el momento” y ni la advertencia de Maikel de que no me lance me detiene. Aún así hasta terminar la subida de Mide voy regulando pero es la hora de dar un pasito al frente. Desde el Km 25 empiezo a pasar corredores y me pongo a contarlos. Al final serán 46 los rebasados. Maikel decide regular porque va fuera de punto (enorme carrerón el que se marcó para lo que pudo entrenar). Solo me faltaba la sorpresa de que me esperaba animando mi mujer en la rotonda de Prado junto a mi amigo Bruno Muiños. Tiro decidido hacia Panxón. De ahí hasta Praia América dando gas. Luego subiendo hacia el pabellón sin volverme loco ya que queda todo Playa América y monte Lourido. Pero paso con solvencia los dos tramos y aún encima tengo la fortuna de que al acabar la cuesta de Monte Lourido me consigo enganchar al único corredor que me rebasa. Y así hasta meta. Nada nos para, ni el viento en un tramo de la Ramallosa, ni el cansancio que aparece en los dos últimos Km. Por primera vez hice un maratón en positivo.
3h 06’22’’ dedicados al malogrado Alejandro Febrero y a mi gran amigo Bruno Muiños del que no nos olvidamos y estamos deseando que pueda volver “a los ruedos”.
Gracias a los que me habéis alentado en el recorrido y al míster Carlos Adán por su apoyo incondicional. Próxima estación…