Por Garabatos
Creo que todas las nécoras estábamos muy emocionados y nos habíamos venido muy arriba con los comentarios previos al día de la carrera.
Se palpaba un gran entusiasmo. Así que tocaba ser prudente.
Mi objetivo era mejorar mi tiempo del año pasado (1:50), y, a poder ser, sin hundirme en los últimos 3 km. El ritmo necesario es de 5:12 o 5:13. Así que, junto con Aurora, me pegué a la liebre de 1:50. Salimos y, debido al atasco de gente, íbamos demasiado despacio.
Me adelanté unos metros y el primer kilómetro me salió a 5:15. Apreté un poco después de la cuesta de Canido, haciendo zig zag para superar a todos los que iban más despacio. Así es difícil coger un ritmo constante. Los primeros 10 km salieron a 5:07, ganando un minuto sobre el objetivo. Mantuve el ritmo porque iba cómodo. En playa América soplaba un poco el viento. Llevaba toda la carrera en pelotón y, justo cuando me hubiera venido bien ir protegido, no había nadie. No pude encontrar una espalda a la que arrimarme. ¡Cómo eché de menos a Iván! (O mejor, a su espalda).
Aflojé en Monte Lourido, gestionando la ventaja que llevaba. Al salir de nuevo a la carretera supe que el objetivo estaba ahí. Los últimos 3 km a 5:15 y disfrutando. Por suerte, la lluvia nos respetó. Al final 1:49:18 de tiempo neto, MMP. Contentísimo.
Es un honor y un orgullo pertenecer a este equipo. Al llevar la misma camiseta que los «bólidos» uno piensa que parte de su gloria le corresponde y, a la vez, sé que a los que somos más lentos también se nos aprecia y valora. Gracias CARMA y gracias El Trigal