Vamos acabando el año, y una semana más os contamos la actividad deportiva de las inefables nécoras del CARMA en el fin de semana.
Esta semana nos hemos retrasado un poco en publicarla a la espera de recibir en esta redacción las noticias, crónicas, informaciones, fotos, anécdotas y demás de los corredores, pero debe de ser que la proximidad de las fiestas navideñas nos hace algo perezosos, aunque esperamos que esa pereza sea para escribir, y no para seguir haciendo kilómetros.
De quien sí hemos recibido ha sido de nuestro compañero Jose Garabatos, que se desplazó hasta Asturias y nos cuenta lo siguiente
10 km We are ready Universidad de Oviedo
Amaneció en Oviedo nublado y frío. Me abrigué y me planté en la salida temprano para lucir nécora por aquí y El Trigal, por allá. Por una vez, estoy libre de achaques y en razonable forma. Solo con uno o dos kilos extra, pero prefiero eso que renunciar a todas las cañas.
Cafecito en La corte de Pelayo de la calle Fruela. Por suerte empezó a salir el sol y calentar el ambiente.
Salida en la calle Uría -viene siendo como la calle del Príncipe, más ancha y con tráfico- a la altura de la Plaza de la Escandalera, en la que se encuentra la escultura de Botero «La maternidad», una enorme madre con su bebé, que aquí todo el mundo llama «La gorda». También hay tres asturcones de bronce, caballo típico asturiano. No se veía mucho a causa de las carpas del mercadillo navideño que lo tapaban todo.
Pronto dejamos a mano derecha la estatua de Woody Allen, y a la izquierda la de Sabino Fernández Campos. La de Mafalda está cerca pero no se ve desde la calle. Giro a la izquierda y en seguida a la derecha, afrontamos el Viaducto del Ingeniero Marquina, que es la cuesta arriba más pronunciada, en 200 metros prácticamente lo subimos todo.
Desembocamos en la Avenida de la Fundación Príncipe de Asturias, llamada popularmente «La losa». Es una actuación urbanística genial. Consistió en tapar las vías del tren -de ahí lo de la losa-, lo que tuvo la virtud de integrar y comunicar todo el noroeste y oeste de la ciudad, El Naranco con sus monumentos, los barrios clásicos de Vallobín y la Argañosa y los modernos de La Florida y Las Campas, además de todos los pueblos de esa parte del concejo y los parques del Oeste y de Purificación Tomás, este magnífico. «La losa» además, es un espacio de paseo muy bullicioso.
A continuación tomamos por la calle de Samuel Sánchez -el ciclista de Oviedo medalla de oro olímpica- con su estatua. Callejeamos un poco, admiramos el palacete Villa Magdalena, hoy biblioteca municipal con cierta polémica y todo para abajo por el mismo camino. Un pequeño bucle al llegar, por detrás de la Escandalera, al lado del teatro Campoamor con varias estatuas entre las que sobresale el «Culis monumentalibus» o culo a secas, de Úrculo, que no gusta a todo el mundo. A mí me parece genial.

Pasamos por la plaza Porlier; a mano izquierda «El regreso de William B. Arrensberg», popularmente, «El viajero», también de Úrculo; a mano derecha el lateral del edificio antiguo de la Universidad. Calle Fruela, Escandalera y segunda vuelta. ¡Una gozada! Al ser de ida y vuelta prácticamente por el mismo itinerario y dos vueltas, el público se concentra en dos kilómetros y medio y eso optimiza los aplausos.
Posición 155 de 272. Tiempo neto 46:50, para mí muy bueno. Me lo pasé muy bien. La organización de notable alto. La camiseta, sin duda, la más elegante de todas.